
Comenzaron los rompemoldes de Chin-Yi, con una música dificil de describir que se mueve entre lo experimental y lo siniestro (en algunos momentos me recordaron algunas de las primeras canciones de The Cure y algo de H.I.M.) con mezcla de punk, electrónica, rock y algunos trazos de música de cabaret. Si lo agitas en una coctelera el resultado no puede ser más que el que ha creado este grupo. Un poco fuera de sitio en un teatro, con dificultades técnicas y nervios evidentes en algunos momentos pero fueron de menos a más y al final se habían hecho con el público.
Los que no tuvieron que hacerse sino que ya venían avalados por sus anteriores actuaciones en esta ciudad y con el público comentando ya cosas sobre ellos antes de salir al escenario, fueron los Guadalupe Plata. Salieron con la seguridad de quien ya tiene unas cuantas tablas y dando espectáculo. El original contrabajo, que puede verse en la foto, hecho con un cubo de zinc, un palo y una cuerda, suena increíblemente bien, potente, con personalidad. Incluso cuando se les desarmó el invento y el bajista tuvo que pasar a un instrumento más tradicional lo hizo de forma instantánea y apenas se notó que habían tenido un problema.

Para finalizar, parte de Los Planetas (Jota, Florent y Julian ‘ex-Lory Meyers’) ocuparon el escenario con un final de concierto que quiso ir a lo seguro pero que a pesar de que la banda estaba allí como artistas invitados tuvieron difícil hacer olvidar la magnífica actuación de los Guadalupe Plata principalmente. No quiero decir con eso que no fuese una buena actuación, que lo fue, pero el listón había quedado alto y se veían ganas de ritmo en el ambiente. También puede verse ya un vídeo en IndyRock.
Un concierto de lo más variado, completo e interesante que hubiera sido más adecuado en noche de sábado, en una sala de conciertos, de pie y con cervezas. Pero no se puede tener todo.