
Salvador Puig Antich, militante del anarquista MIL (Movimiento Ibérico de Liberación) murió condenado al garrote vil el 2 de marzo de 1974 en la Modelo de Barcelona. Fue una de las últimas víctimas del franquismo y la historia, trata de recrear sus últimos años de vida así como las circunstancias que se dieron para que ocurriera este hecho el mismo día en que Franco indultó a un guardia civil que había matado a un capitán del mismo cuerpo.
Con un reparto principalmente nacional, encabezado por Daniel Brülh, Ingrid Rubio, Leonor Watling, Leonardo Sbaraglia, Tristán Ulloa y Celso Bugallo, en palabras de su director Manuel Huerga “es un alegato contundente contra la pena de muerte” y “un retrato de una generación”.
Una generación que vivió un momento histórico que venía a coronar los sucesos del mayo francés de 1968, el otoño caliente del 69 en Italia y toda una serie de movimientos revolucionarios que completan el panorama del movimiento obrero. En España, este movimiento puso en la calle alzando sus protestas a obreros y estudiantes, con el resultado de varios muertos a principios de los años 70.
Una España que aún vivía bajo la represión franquista y en la que la conciencia social y política va tomando forma y vive su momento de auge. Bajo los continuos estados de excepción proclamados por Fraga y justo en vísperas del atentado que acabó con la vida de Carrero Blanco, hecho que quizás contribuyó a que los acontecimientos se precipitasen y se negara el indulto a quien posteriormente ha aparecido como un mártir de la dictadura, lo cual se ha querido en cierta manera desmitificar mostrándonos el lado más humano de Salvador Puig.
La banda sonora, de Luís Llach, quien vivió de cerca los acontecimientos y en su momento le dedicó la canción que pone punto final a la película “I si canto trist” y con la presencia de temas de Cat Stevens, Leonard Cohen y Pink Floyd, hacen que el público presencie los hechos en un estado de angustia permanente, quizás un poco sobredramatizados, pero consiguiendo llegar a la conciencia del espectador que sin lugar a dudas no quedará indiferente con esta película. Momentos estelares aderezados con “Knocking On Heaven’s Door” de Bob Dylan, que podemos escuchar durante el trailer promocional.
Mención especial dentro de la película merece la relación que se establece entre Salvador Puig y un funcionario de prisiones (Leonardo Sbaraglia), quien va evolucionando en sus puntos de vista y forma de percibir la situación social al lado del protagonista con momentos realmente emotivos entre ambos.
El rodaje está realizado en castellano y catalán, según el momento y circunstancias de los protagonistas, dándonos una idea bastante fidedigna de la presión que se ejercía contra los catalanoparlantes en ese momento contribuyendo a darle a la película el tono necesario para que quienes hemos conocido los hechos ya a través de la historia, podamos ver las connotaciones que tuvo la especial represión que se llevó a cabo en Cataluña. El guión, basado en el libro “Comte enrere” (Cuenta atrás) de Francesc Escribano, ha sido aclamado en el Festival de Cannes.
Película comprometida con la memoria histórica y dramática donde las haya, vuelve a abrir viejas heridas y a impedir que se olviden hechos como este y los de otros tantos que lucharon por sus ideales en los años setenta. Llama la atención, como los espectadores se remueven en sus asientos durante algunas escenas y al final éramos muchos los que salíamos de la sala muy emocionados. Es una de esas películas que nadie debería perderse.